Aunque la peluquería canina –y felina- suele asociarse especialmente a la estética y belleza, por cuestiones clínicas tu mascota puede requerir este servicio especializado, más relacionado con la salud y la higiene de lo que se cree a priori.
Por las singulares características de su pelaje determinados ejemplares suelen acumular nudos y enredos constantes. Razas de perros como el cocker spaniel, el caniche, el bichón maltés o el yorkshire o felinos como los gatos de angora, los persas o los de Birmania requieren cortes especiales que sus propietarios no siempre saben cómo aplicar, sobre todo, si el animal padece algún problema dermatológico que obliga a prestar especial cuidado en este aspecto.
Fundamentalmente en verano, cuando el mercurio sube, las mascotas necesitan cortes acordes a las temperaturas evitando así que sufran calor en exceso. No hay que olvidar que un pelaje largo suele acumular humedad tras los lavados, con lo que pueden aparecer dolencias derivadas como hongos o enfermedades en la piel como dermatitis.
Pero la peluquería canina ofrece mucho más que cortes especializados en función de las necesidades de cada especie. El apartado higiénico tiene igual importancia, ya que un baño inadecuado puede dar lugar a pulgas y plagas. Los lavados desparasitantes, los cortes de uñas, el cepillado de dientes o la limpieza en profundidad de los oídos se convierten en servicios muy necesarios en estos establecimientos al contribuir a que el animal conserve una salud de hierro.
En nuestra clínica veterinaria ofrecemos estas terapias y tratamientos relacionados con la peluquería canina procurando que la mascota no se estrese ni sufra ansiedad durante el proceso. Que disfrute de una experiencia agradable, con refuerzos positivos, es vital para que asocie sus baños y cortes a su propio bienestar.
