Cómo cuidar una mascota exótica y elegirla

iguana motril

Si hace unos años un hámster o un pequeño pez de colores eran los animales domésticos más extravagantes que se podían encontrar en un hogar, de un tiempo a esta parte se han puesto de moda las mascotas exóticas. Antes de adquirir una especie “inusual” como animal de compañía, hay que tener en cuenta, sin embargo, cómo elegir y cuidar una mascota exótica.

Por las especiales características de estos ejemplares –ya sean aves, serpientes, lagartos, etc- requieren bastante más dedicación que un perro o un gato. De hecho entrañan una gran responsabilidad y su mantenimiento suele resultar más caro, principalmente por los gastos derivados de su alimentación. Por motivos como éstos nunca deben adquirirse por capricho o pensando en un ornamento para el hogar. Tener presentes estas máximas previene su abandono posterior, con un impacto nocivo para el medio ambiente por la pérdida de biodiversidad que implica. Para salvar equívocos, lo mejor es informarse previamente de las necesidades del animal en cuestión y contar con un veterinario especializado en especies exóticas para su atención y revisiones, aspecto en el que podemos ayudarte.

Antes de elegir el ejemplar en cuestión es obligatorio cerciorarse de que no se trata de un animal protegido, capturado ilegalmente en su hábitat natural o de una especie exótica prohibida en España, una lista ampliada en 2014 con 21 nuevas incorporaciones, entre éstas el cerdo vietnamita, que ha encabezado las mascotas más populares en España junto a aves tropicales como el guacamayo o serpientes como la boa. Para evitar incumplir estos preceptos legales lo mejor es dirigirse a un establecimiento legalmente autorizado para su adquisición.

Una vez elegida la especie, lo más importante para el cuidado de una mascota exótica se centra en proporcionarle una alimentación acorde a su dieta y disponer de un refugio con dimensiones adecuadas, con una temperatura, humedad e iluminación óptimas. No está de más al acondicionar su hábitat valorar los cambios que experimentará en las distintas etapas de su crecimiento: las iguanas, por ejemplo, llegan a alcanzar los cinco metros de longitud. Conviene tener en cuenta, por otra parte, que la domesticación de las especies salvajes es imposible, especialmente entre aficionados. Pretender convertirse en un improvisado Ángel Cristo puede costar la vida. El mejor abecé en estos casos pasa por adoptar medidas de precaución para evitar resultar herido. Todo para disfrutar de un exótico mejor amigo proporcionándole cuidados que garanticen su bienestar.

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