Aunque los perros están expuestos a parásitos durante todo el año, con las altas temperaturas aumenta el riesgo de contraer pulgas y garrapatas. Por lo mismo, en época veraniega conviene extremar el cuidado y las medidas de prevención. Además de cepillar con frecuencia a tu mascota, en su baño utiliza un champú desparasitante. Puedes emplear, además, un collar antipulgas para evitar riesgos innecesarios cuando los termómetros empiecen a subir y los paseos sean más frecuentes que de costumbre. Si tu mascota duerme a la intemperie o pasa muchas horas en el jardín, recuerda desinfectar usualmente su caseta.
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